Aprender a comunicarse con las gemas es indispensable para aprender de ellas y progresar en el uso de estos preciosos elementos para nuestra evolución psicológica y espiritual.
Comunicarse con una gema es penetrar al mismo tiempo en nuestro propio ser.
El primer requisito para esta tarea es querer y amar a los cristales.
El segundo requisito es aceptar el valor espiritual de la gema.
El cristal es una energía espiritual que ha tomado forma material.
La diferencia entre nosotros y el cristal es que este ¨se acuerda¨ de quien es, pero nosotros lo hemos olvidado.
El cristal conserva en su interior la verdad de su origen.
Existe mucho dentro de un cristal: pasadizos, pequeñas galaxias, puntos luminosos, muy frecuentemente se pueden ver formas humanas o aladas; todo es parte de la riqueza espiritual del cristal. Cuando miras en su interior puedes descubrir su espiritualidad, esto te ayudará a conectarte mucho mejor con el cristal.
Cuando usas un cristal en forma cotidiana o lo colocas para armonizar un ambiente, la gema muestra muchas modificaciones: se torna mas luminosa, mas bella, desarrolla otras figuras en su interior, etc.
Estate atento a esos cambios, ya que están mostrando tus progresos o simplemente te dejan un mensaje.
Si amas una gema en particular no dudes en profundizar este amor. Cuando existe amor la comunicación es instantánea.