Un método muy eficaz es entrar a un negocio de venta de gemas y ¨dejarse elegir¨ por algún cristal. Mira los estantes y no escojas la más bella, si no aquella que más te haya llamado la atención.
¨Es el cristal quien nos elige¨ y no al reves¨. El cristal tiene conciencia propia así que sabe muy bien quién necesita de su ayuda y quién le puede ayudar a evolucionar, ya que lo que hacemos es un intercambio y nos ayudamos mutuamente.
Si te llama un cristal, puedes estar seguro de que percibirás su toque de atención.
Pero si no percibes la señal es porque tu mente no le deja paso a la intuición.
Así que puedes hacer algo que nunca falla: coloca delante de ti los cristales que más te llamen la atención y cierra los ojos., pasa tu mano sobre ellos sin tocarlos, pidiéndole mentalmente que te den la señal que necesitas. Si sentís una presión o un cosquilleo mas fuerte sobre uno de los cristales, es porque ese debes escoger, ya que te esta llamando.
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